Hace unos años realizamos desde Aprende Viendo Terapia, unas jornadas de orientación laboral y emprendimiento en colaboración con la Universidad Europea de Madrid. Fue una reunión muy interesante, en la que diferentes profesionales de la psicología expusimos nuestras inquietudes y visión del estado del sector y sus posibilidades futuras.
Me gustó mucho el intercambiar impresiones y poder hablar del camino que cada uno de nosotros habíamos seguido para poder ejercer nuestra profesión y brindar a la sociedad la ayuda y el servicio desde nuestro conocimiento como psicólogos.
Este artículo es inusual, ya que hablaré de algo tan poco concreto y falto de literatura de referencia como es el emprendimiento en psicología, es decir, cómo abrirte un camino profesional para poder ejercer tu profesión montando tu propio negocio de psicología. Me parece importante señalar, que muchas veces se demoniza desde nuestro sector el hablar de “negocio” en la psicología, pero creo que hay que diferenciar entre entender que el psicólogo es un profesional que ofrece un servicio por el que quiere cobrar unos honorarios para poder ganarse la vida dignamente sin dejar de ser un profesional ético con su profesión (que consiste básicamente en ayudar y mejorar las relaciones y vidas humanas desde ámbitos tan diversos como la sanidad, la educación, los social, el marketing, los recursos humanos…), y tener una mentalidad que priorice el hacer dinero por delante de la praxis psicológica, lo que si es condenable.
De hecho, creo que hacer de la práctica de la psicología un negocio rentable y sostenible, que permita a quien la ejerza vivir de forma digna y deshaogada, es una de las mejores formas de evitar que a veces por aprietos económicos, muchos psicólogos acaben realizando mala praxis (alargar tratamientos para no perder el paciente, ofrecer talleres o cursos de dudosa utilidad…)
A continuación te brindo algunos de los puntos que me han servido a mi y a otros compañeros para poder vivir de un trabajo tan apasionante y gratificante como ser psicólogo.
1.- Especialízate e intenta ofrecer un servicio diferente
Los psicólogos podemos ofrecer servicios en muchísimas áreas y problemáticas, sin embargo, es poco frecuente ver algo más allá del típico gabinete psicológico. Muchas veces no es cuestión de crear un servicio nuevo, sino saber “ofrecer” el servicio al cliente, ya que gran parte de la población asocia el psicólogo única y exclusivamente a determinados problemas de salud mental (en especial la enfermedad mental grave).
Ejemplos de servicios de psicología que han sido exitosos en España lo único que han hecho ha sido ofrecerlos en un nuevo formato o modalidad, por citar casos concretos: Atención psicológica a domicilio en lugar de en la consulta, o apoyo psicológico para áreas que se asocian poco a nuestra formación como adelgazar y las dietas, cuando realmente es modificación conductual, regulación emocional o motivación. El primero es un ejemplo de servicio psicológico en un nuevo formato y el segundo de aplicar lo que se puede ofrecer desde la ciencia de la psicología a un sector en el que no se suele aplicar. Hay multitud de áreas en las que nosotros, podemos ofrecer un interesante know-how para ayudar a potenciar servicios o productos o para lograr a las personas a conseguir sus fines y objetivos de manera más eficaz o saludable (en el caso de la dieta y adelgazamiento por ejemplo, para que sea de una manera sana y con una autoestima no basada en el aspecto físico, por ejemplo).
No debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo
Otro tema importante es el de la especialización, en general los psicólogos nos englobamos en etiquetas muy genéricas “educativo” “clínico/sanitario” “RRHH” y hacemos muchas actividades dentro de esta etiqueta, siendo frecuente que seamos expertos de todo y de nada. Nuestro trabajo es muy complejo y difícil, y es imposible dominar cada tipo de trastorno o área de nuestro ámbito, ya que requiere mucha lectura especializada, reflexión personal y horas de práctica para llegar a entenderlo y dominarlo realmente. “El que mucho abarca poco aprieta” es un refrán español muy aplicable a la idea que quiero transmitir, siendo quizás más interesante centrarse en un ámbito de esa etiqueta o área “soy un psicólogo educativo experto en niños con TDAH” o “soy un psicólogo sanitario especializado en trastornos de ansidead y estrés” son algunos ejemplos de especializaciones que aunque acotan tus posibles clientes, también facilitan que seas un experto en el tema y uno de los referentes a nivel profesional.
2.- Asígnate una jornada laboral de 40 horas
Es frecuente que los psicólogos cuando comienzan, tienen poco volumen de trabajo. Yo recuerdo que mi primer año como psicoterapeuta sólo tuve 2 pacientes, algo que era muy desesperante y frustrante. En lugar de trabajar sólo las horas que tenía demanda de mis servicios, decidí que debía trabajar al menos 40 horas semanales (es el equivalente a la jornada laboral en España), y que el resto del tiempo debía invertirlo en darme a conocer, establecer alianzas, crear un blog propio, hacer contactos con Linkedin, leer y formarme y otras mil actividades que puedes hacer para promover obtener mayor volumen de trabajo. Siempre hay algo que puedes hacer por “moverte”. Es decir, que semanalmente ese año invertía 2 horas en ver a mis pacientes y otras 38 en prepararme las sesiones y “moverme”.
Puede parecer poco útil pero desde mi experiencia (que no tiene por qué ser la más válida pero es la que puedo ofrecerte) puedo aseguraros que marca la diferencia. Por desgracia la demanda de servicios de psicología no es algo que ocurra con gran volumen o de forma muy activa en nuestra sociedad, en parte por el enorme estigma social y el desconocimiento de nuestra profesión, de ahí que no debes esperar a que la gente se interese por tu labor y venga a ti, sino que has de ser activo.
3.- Establece alianzas
Los psicólogos solemos quejarnos de estar “a parte” en el sistema de salud, por ejemplo. Sin embargo, somos poco dados a establecer sinergias y alianzas con otros profesionales que trabajan con clientes que tienen problemas o necesidades a las que nosotros también podemos darles una solución o servicio complementario. Haz un esfuerzo por establecer puentes y cauces de comunicación con otros profesionales de áreas comunes a aquellas en las que desarrollas tu actividad, en lugar de vivir encerrado en tu despacho. Muchos de estos profesionales tampoco conocen bien qué puedes ofrecer a sus clientes o las ventajas de colaborar de forma interdisciplinar, y probablemente, ni siquiera sabrán que existes. Y cuando acudas a las puertas a establecer estas alianzas, por desgracia, muchas ni se abrirán o se cerrarán con un sonoro portazo, pero encontrarás otros profesionales que estarán encantados de colaborar contigo y te derivarán volumen de trabajo.
Tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente a los que puede hablar de ti.
Abogados para psicólogos forenses, pedagogos y profesores para psicólogos educativos, ginecólogos y urólogos para psicólogos sexólogos, médicos de cabecera, psiquiatras o internistas para psicólogos clínicos o empresarios y consultores para psicólogos de RRHH son sólo algunos ejemplos.
4.- Darse a conocer
Aunque he hablado de este tema con las alianzas, sobre todo date a conocer entre el público en general, que es de donde saldrán quienes contraten tus servicios con algún problema que esperan que puedas ayudarles. Intenta dar charlas y conferencias divulgativas en asociaciones, clubes culturales, asociaciones de vecinos, casas del pueblo, colectivos… Muchas veces los clientes no saldrán ni del público asistente a esos eventos, pero tu nombre empezará a ser reconocido “y a sonar” y además quienes acuden, conocen a muchísima gente (amigos, familiares, compañeros de trabajo…) a los que puede hablar de ti.
Otra buena forma de darse a conocer es tener presencia en internet y las distintas redes sociales. Un blog o una cuenta de linkedin o twitter pueden ser grandes aliados en tu andadura profesional como emprendedor.
5.- Invierte en tu formación y prioriza el trabajo bien hecho
“Hay dinero que es mejor no cobrar” dice siempre como un mantra uno de mis mejores amigos. Se refiere al hecho de que, muchas veces se aceptan trabajos para facturar de algo de lo que no tenemos mucho conocimiento o que se da en unas condiciones que es poco probable que funcione. Piensa que nuestro sector funciona con el boca a boca. Un buen boca a boca es algo que cuesta mucho esfuerzo labrarse, y que puede estropearse muy rápido por un servicio poco eficaz. Aunque pueda parecer erróneo o tengas sensación de urgencia, no aceptar a ese paciente del que no tienes formación específica o no dar ese taller en una empresa porque no es tu área de trabajo, es en mi opinión una decisión acertada. Derívaselo a un colega profesional que sí sepa del tema y muchos acabarán derivándote a ti trabajo cuando sea de tu área.
Por último señalarte que nuestro sector, en general, no requiere de grandes cantidades de capital para iniciar nuestra labor si lo comparas con montar un restaurante, o la consulta de un radiólogo (llena de material muy sofisticado y carísimo) sino que es un trabajo eminentemente intangible donde el conocimiento y especialización del profesional son la clave, así que ten esto muy presente e invierte de manera activa en tu formación tratando que esta sea la más práctica y complementaria a la formación habitual posible.
Buenaventura del Charco Olea ejerce como Psicólogo en Marbella, Granada y Online, además de como ponente o profesor invitado en diferentes Universidades, Congresos e Instituciones.