Todo lo que necesitas saber para entender la Terapia Sistémica - Buenaventura del Charco

Todo lo que necesitas saber para entender la Terapia Sistémica

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En este manual de sistémica participó también Belén Garayoa Molpereces.

El sistema es un grupo que adquiere categoría de entidad propia y se mantiene por la interacción mutua entre sus miembros. Es más que la suma de sus miembros.

Desde este punto de vista, el individuo es parte de un sistema mayor que lo rodea y lo inscribe en un contexto, sin el cual su conducta no tiene sentido. El foco de atención se centra en las relaciones que se establecen entre los miembros del sistema, porque esto ayudará a entender y dar sentido la conducta individual.

Los sistemas  pueden ser cerrados o abiertos, y tienen una serie de propiedades:

Totalidad: Todo sistema funciona como una unidad, por lo que los cambios en uno de los elementos provocará cambios y ajustes en el resto del sistema. Hacer cambios individualmente es menos efectivo ya que puede provocar la oposición de la familia a esos cambios.

Equifinidad y equicasualidad:  La equifinidad significa que un sistema puede llegar al mismo resultado a partir de condiciones iniciales distintas, y la equicusalidad es que la misma condición inicial puede llevar a distintos resultados.

Retroalimentación/ Feedback:El mecanismo de feedback o retroalimentación permite reajustar y adaptar continuamente el sistema ya que reinserta en él lo que ha resultado de sus acciones anteriores, lo que permite que pueda adaptarse. En los sistemas familiares, existen dos tipos de feedback:

  • Feedback negativo u Homeostasis: Este tipo de feedback no promueve el cambio sino que intenta buscar la estabilidad del sistema corrigiendo las desviaciones dentro del mismo. La función del síntoma que sufre uno de los elementos a nivel individual es la de mantener la estabilidad del sistema y contrarrestar el cambio.
  • Feedback positivo o Morfogénesis: Este tipo de feedback promueve el cambio y la desviación dentro del sistema con la intención de mantener el sistema viable. Apunta al crecimiento del sistema y su adaptación al entorno. Las situaciones de crisis son una manera de introducir momentos de cambio y superar la Homeostasis.

Las familias oscilan entre estos dos tipos de feedback, tratando siempre de ajustarse mientras mantienen una coherencia y estabilidad internas.

Pautas de interacción

Cada familia tiene miles de posibilidades para interactuar, pero a través del tiempo se van estableciendo ciertas pautas de interacción y reglas de relación. Estas pautas establecen cuándo, de que manera y con quién puede relacionar y dan orden y coherencia al sistema. Cada familia genera sus propias pautas de interacción y se mantienen por las expectativas de los miembros de la familia.

Atender a estas pautas nos dice mucho sobre el sistema y su estructura. Por ejemplo, el primero que comienza a hablar suele tener el poder en la familia y la capacidad de definir los problemas, etc.

Circularidad

En un sistema que se autorregula continuamente, no tiene sentido buscar relaciones de causa- efecto, ya que no hay nada “que suceda primero”. Es decir la causalidad lineal no existe, no hay una parte que regule al resto.

Lo que se busca es identificar el ciclo de autorregulación que se está dando. Es decir, buscar e interrumpir o modificar los patrones circulares de interacción que suceden en la familia. Todos los miembros de la familia están relacionados de este modo.

Tipos de cambio

Teniendo estos conceptos, se definen dos tipos de cambios dentro de un sistema:

Cambios de primer orden: El cambio se produce a nivel individual, es decir en uno de los elementos del sistema, pero no se traduce en un cambio en la estructura del sistema ni repercute más. Estos cambios se entienden como poco fiables, ya que el sistema en el cuál se generó el síntoma sigue manteniendo la misma estructura, y es posible que vuelva el síntoma, o aparezca otro síntoma en otro miembro familiar.

Cambios de segundo orden: Se producen cambios en el conjunto de interacciones y reglas que rigen la estructura interna del sistema. Se produce un cambio cualitativo en el sistema que repercute en todos sus elementos. Esto conlleva cambios duraderos y estables.

Axiomas de la comunicación

Según Paul Watzlawick, existen cinco axiomas que siempre se cumplen en la comunicación humana, ya que son inherentes a la misma. Cuando la comunicación no es clara o se malinterpreta, surge el conflicto.

Es imposible no comunicarse. Todo comportamiento comunica algo. El silencio o no actuar es también una manera de comunicar, por lo que no es posible no comunicar.

Toda comunicación tiene un nivel relacional y otro de contenido. Además del nivel de contenido, o lo que una persona esta diciendo, esta transmitiendo más información y definiendo como es la relación entre el emisor y el receptor. El nivel relacional es lo más importante del mensaje y clasifica el contenido de este, determinando como el receptor acoge ese mensaje. Aceptar el mensaje es acpetar el nivel de relación que establece el emisor, lo que puede llevar al conflicto.

Toda comunicación es  analógica y digital. Toda comunicación tiene una parte digital, o lo que se dice en palabras, y otra analógica: el lenguaje no verbal  o como se dice. Puede surgir un conflicto o ser confuso cuando no coinciden.

La causalidad lineal no existe, no hay una parte que regule al resto

La naturaleza de la relación depende de cómo los participantes puntúen la secuencia de hechos. Tanto el receptor como el emisor puntuan la secuencia de la comunicación de una determinada manera y esto determina la manera en que reaccionan a ello. Por ejemplo, ante la misma discusión, si preguntamos a cada uno, explicará sus reacciones en relación a lo que el otro ha hecho. Toda la secuencia quedará reducida a cadenas de causa- efecto cuando en realidad la interacción es cíclica.

La comunicación puede ser simétrica o complementaria. La relación entre emisor y receptor puede ser de igual a igual, lo que lleva a comunicaciones simétricas, o puede ser una relación complementaria en la que se adopta un rol y ambos se acoplan. Muchas veces son relaciones referidas a alguna forma de autoridad (ej: profesor – alumno, madre- hijo).

Metacomunicación

Como se desprende de los axiomas de la comunicación, en el acto de comunicar también metacomunicamos, es decir comunicamos algo acerca de la comunicación. Mientras estudiaban la esquizofrenia, se dieron cuenta de que los pacientes ingresados empeoraba con las visitas familiares. En un ejemplo clásico, relatan cómo una madre visita a su hija y esta la abraza de la alegría. La madre se pone rígida, lo que lleva a su hija a retirar el abrazo. Cuando su hija se aleja, la madre le pregunta “¿Ya no me quieres?”.

De ejemplos como este hipotetizan que la causa de la esquizofrenia podía ser los mensajes contradictorios entre lo que se dice y lo que se comunica acerca de la relación. A esta teoría se la llamó la teoría del Doble Vínculo.

Ciclo vital de la familia

La familia va desarrollándose, adaptándose y cambiando a lo largo del tiempo, en una serie de fases normativas que se pueden clasificar por etapas. Cada una de estas etapas tiene retos distintos a los que enfrentarse y a los que la familia debe adaptarse. Son una serie de crisis evolutivas esperables y hay una serie de “tareas evolutivas” que de no conseguirlas obstaculiza o dificulta el adecuado desarrollo de los miembros de la familia. Cuando una familia va atascándose en ciertas tareas, estas influyen y dificultan las etapas posteriores. Siguiendo a Carter y McGoldrick se pueden establecer seis fases:

Independización del joven adulto

En esta fase, la tarea principal es la autonomía, tanto práctica como emocional y la reconciliación con la familia de origen. Hacerlo adecuadamente supone la independiencia del joven adulto sin romper con la familia, sin buscar un sustitito precipitado o no llegare a independizarse.

Implica formular los propios objetivos vitales, encontrar trabajo, y ser suficientemente autónomo como para relacionarse con una pareja de igual a igual y llegar a plantear una familia. Habitualmente el problema fundamental es aceptar el cambio de la relación con los padres y pasar de un tipo de relación complementaria padres-hijos a una de igual a igual.

Formación de pareja

La formación de la pareja estable supone la unión de dos personas que provienen de sistemas familiares diferentes, lo que supondrá aunar y negociar, creencias, expectativas, valores y conductas, conformando una nueva organización distinta a las de los sistemas anteriores.

La tarea básica es el compromiso con el nuevo sistema, establecer unas fronteras adecuadas con el exterior y un funcionamiento común en la pareja. Los límites se van negociado con acuerdos explícitos e implícitos. Por ejemplo, se renegocia las relaciones con la familia, etc. El objetivo es que desarrollen un espacio íntimo sin desvincularse de su entorno.

La pareja desarrolla su propio modo de organización y renegocia sus expectativas y patrones de relación, desde cómo se expresa el afecto a quién cocina, limpia, roles, jerarquía, etc. Establecen unos valores comunes, aceptan sus desacuerdos y pautan como se negocia, quién toma las decisiones, etc.

Habitualmente la dificultad principal suele ser establecer límites con la familia de origen. Habitualmente hay unas fronteras pobres que fomentan la intrusión o demasiado fuertes que llevan al aislamiento y perdida de apoyos.

Familia con hijos pequeños

Con el nacimiento del primer hijo, aparece un tercero en el sistema que necesita ser acomodado y que influye en todas las relaciones. Aparecen nuevos subsistemas (padres, pareja, hijos). Una tarea básica que surge es mantener un espacio ínitimo a la vez que se hacen frente a las funciones de cuidado de los hijos. Existen nuevas tareas domésticas a ser repartidas y por supuesto, repartir también las funciones de cuidado, crianza, protección y control de los hijos. Cada familia encuentra su propia manera de expresar afecto y manejar el control, y deben irse modificando y ajustándose a la edad de los hijos según crezcan.

Uno de los primeros problemas son los roles de género. Aunque haya un acuerdo sobre lo que hace un hombre y una mujer desde la etapa anterior, es en esta cuando dichos acuerdos se hacen más visibles y es más fácil que la pareja caiga en los roles tradicionales de género, en la que le hombre hace de proveedor y la mujer renuncia a su carrera profesional para ocuparse de la casa. Muchas veces estos problemas se manifiestan en la sexualidad o bajo la forma de depresión.

Cuando los hijos finalmente se independizan, los padres pierden su función parental y vuelven a ser únicamente una pareja

El otro gran problema suele ser el vínculo afectivo con los hijos, bien por caer en la sobreprotección como en la excesiva distancia. Una situación habitual es un hijo y una madre muy cercanos, que alían en contra del padre que parece una figura más distante en la familia.

Esta es la etapa que genera más divorcios, y por tanto, la más complicada. Nuevos hijos supondrán nuevas reorganizaciones y la aparición del subsistema de los hermanos y el manejo de la rivalidad y la cooperación. Además, en esta etapa aparece el colegio como una institución externa con la que la familia tiene que relacionarse y de una gran importancia. El colegio añade nuevas tareas como encargarse de ir a recoger a los hijos, ocuparse de las tareas del colegio, relación con los compañeros, etc.

Familia con hijos adolescentes

El paso de la infancia a la adolescencia supone un gran cambio en las relaciones familiares y los roles de estos. La familia pasa de tener una función de protección a una función de preparación para las responsabilidades del mundo adulto.

En esta etapa, el grupo de pares adquiere mucha mayor importancia para la adolescencia, tiene una nueva capacidad de juicio y plantea exigencias a los padres. Aparecen cambios en la sexualidad, mientras busca definir su identidad y aumentar su autonomía. La autonomía y el  control suele convertirse en el conflicto principal y la tarea fundamental es flexibilizar los límites para permitir al adolescente explorar y experimentar pudiendo regresar a por apoyo cuando no pueda afrontar algo solo.

A su vez, los padres suelen entrar en la “crisis de la mediana edad” en la que evalúan su nivel de satisfacción en su vida en general, incluyendo trabajo y la propia relación. Suele suponer bastante renegociación y tensión extra sobre los padres. También puede darse que en esta etapa los padres comiencen a ser cuidadores de sus propios padres, ya en declive físico y psicológico.

El problema más habitual en esta etapa, es que el adolescente se vuelva dependiente y no llegue a seguir su propio camino de autonomía. Para los padres puede ser difícil aceptar su autonomía y eventual marcha y dificultan este proceso, generando sintomatología para retenerlo, como una depresión.

Independización de los hijos

Cuando los hijos finalmente se independizan, los padres pierden su función parental y vuelven a ser únicamente una pareja. Por un lado compaginan el cuidado a sus propios padres mientras hacen sitio en la familia para los nietos. Esta etapa de reencuentro con la pareja, es también una etapa de poder retomar proyectos abandonados por no tener tiempo durante la crianza de los hijos.

Los problemas más habituales tienen que ver con relaciones de pareja conflictivas que intentan retener al último hijo para no reencontrarse como pareja, o el “nido vacío” que se refiere a la depresión que se manifiesta especialmente en las mujeres cuando han volcado toda su energía en criar a sus hijos y pierden esa función y sentido.

Familia en la tercera edad

Esta fase empieza tras la jubilación e implica numerosos duelos: Familia, amigos, trabajo, salud, etc. En esta etapa la energía se vuelca en mantener el funcionamiento personal y de pareja y valorar lo logrado a lo largo de la vida. A medida que la calidad de vida mejora, también puede ser una etapa de explorar y experimentar.

En relación al resto de la familia, es un momento de reajustarse para prestar apoyo sin sobrecargarse.

Escuelas de terapia familiar

Estructural

La terapia estructural, iniciada por Minuchin, parte de que la familia como organismo necesita de alguna forma de estructura interna que indique como, cuando y con quién relacionarse. Es decir, son pautas de relación relativamente estables que organizan sucomponentes de la familia y nos dicen cómo funcionan las cosas para esa familia, quien tiene que función, etc. La jerarquía es necesaria para la familia y los problemas surgen cuando se dan problemas en esta o en los límites entre subcomponentes. Según el ciclo evolutivo o lo que suceda en la familia, tanto la jerarquía como los límites pueden cambiar.

En el sistema familiar existen subsistemas, los más comunes son la relación de pareja (Subsistema conyugal), los padres (Subsistema parental), el de los hijos (Subsistema filial) y el de los propios hermanos (Subsistema fraternal). Cada subsistema tiene una posición y una función dentro de la familia. Por ejemplo, los padres ejercen el control y el cuidado, pero ante la enfermedad del padre, quizás el hermano mayor comience a ejercer funciones que le pertenecían a su padre y se le incluye así en el subsistema parental de forma temporal.

Al formar una familia, tal y como veíamos en el ciclo de vida familiar, es fundamental que la pareja fije un espacio propio para la intimidad y lo protejan. Esto forma el subsistema conyugal, que será un modelo para sus hijos de cómo son las relaciones íntimas y manera de comunicarse.

Como padres formarán el subsistema parental y transmitirán a sus hijos como ejercer la autoridad, etc. Con el tiempo debería flexibilizarse para ir dando más autonomía a los hijos según crezcan. Los hijos a su vez formarán su propio subsistema y también el de hermanos, donde aprenderán a apoyarse, cooperar o competir. Cada subsistema se comunica de una manera. Los miembros de un subsistema se hablaran de igual a igual, mientras que de padres a hijos tenderá  a una comunicación complementaria.

Los límites regulan el contacto entre los subsistema, y por tanto son muy importantes. Existen tres tipos:

  • Rígidos: Hay muy poco intercambio/ comunicación entre los subsistemas y la familia parece fragmentada, cada uno haciendo su propia vida. Hay una gran autonomía, pero muy poco contacto. Promueve la independencia y la búsqueda de los propios recursos pero limita la calidez y el afecto.
  • Claros: Existe el contacto y el intercambio, pero ciertas áreas permanecen para el propio subsistema. Permite la autonomía y el contacto.
  • Difusos: Existe demasiada comunicación e intercambio, lo que provoca que los subsistemas se confundan. Existe mucho apoyo emocional pero no hay autonomía. Los hijos se vuelven dependientes de los padres y tienen problemas para relacionarse fuera de la familia.

Los límites regulan el contacto entre los subsistema, y por tanto son muy importantes

La terapia estructural se centra en modificar la posición de poder relativa o los límites entre los subsistemas para facilitar el funcionamiento interno de la familia.

Interaccional/MRI de Palo Alto

Esta escuela está muy basada en autores como Watzlawick, y bebe mucho de los axiomas de la comunicación anteriormente explicados.

Para esta forma de entender la terapia sistémica, el problema a abordar es la solución que la familia ha intentado para solucionar un problema y no ha funcionado “La solución es el problema”. Existen varias formas de estas “soluciones intentadas”:

El intento de forzar un acontecimiento que sólo puede ser espontáneo.

El intento de dominar un acontecimiento temido evitándolo.

El intento de lograr acuerdo mediante una oposición.

El intento de lograr sumisión mediante la libre aceptación.

Confirmar las sospechas del acusador mediante la autodefensa.

El intento de quedarse sólo atrayendo la atención.

El intento de enseñar responsabilidad quitándola.

La actitud general es de ir despacio introduciendo cambios pequeños en la secuencia de interacción del problema familiar para ir modificándola, y teniendo mucho en cuenta que es lo que sucedería si la situación mejorase para la familia ¿Qué consecuencias habría si X deja de estar deprimido

Esta escuela es la que introduce la noción de cambio de primer y segundo orden explicados anteriormente. Además, desarrollan una serie de intervenciones:

  • Redefinición: Cambiar la “etiqueta” o concepción del problema asociado al mismo.
  • Tareas directas: Manipular la secuencia de interacción del problema de la familia? Entre los distintos cambios que pueden introducir en la secuencia de interacción están:
  • Lugar
  • Duración
  • Frecuencia
  • Intensidad
  • Participantes
  • Añadir o quitar un elemento
  • Introducir el azar
  • Tarea paradójica: Se prescribe a la familia que sigan con el problema, haciendo “más de lo mismo”, con la intención de que esto genera un cambio. Suele ser una intervención arriesgada y se la llama paradójica ya que si la cumplen están cumpliendo con la tarea del terapeuta, y si no, están cambiando y por tanto se consigue el cambio.

Milán

Este modelo de terapia sistémica se basa en el trabajo de Boscolo, Selvini- Palazzoli, Bateson). La terapia se centra en formular hipótesis sistémicas que expliquen de forma circular lo que le ocurre a la familia, e intentar contrastarlas a lo largo de las sesiones. Si la hipótesis no funciona, se desecha para rehacerla y seguir contrastándola.

El contexto de trabajo quedó muy estructurado, en las que hay un equipo tras un espejo unidireccional para apoyar a los terapeutas, y estos salen de la sesión a comentar el caso con ellos en dos ocasiones, la última antes de hacer la devolución. La devolución se realiza al final de la sesión, en la que el equipo y los terapeutas dan un mensaje a la familia y proponen las tareas que ven convenientes. Durante el tiempo de devolución la familia no puede responder.

En la pregunta milagro, se le pregunta a la familia como sería el día si ocurriese un milagro y su problema se soluciona de golpe

Esta forma de trabajo centra la atención de los terapeutas, que buscan formarse un mapa de la familia como una red de elementos interconectados, fijándose en la manera en que estos se relacionaban, por ejemplo, buscando quien se alía con quién, etc. De esta forma de trabajar se deriva la principal técnica usada, la pregunta circular en la que se pregunta a un miembro de la familia por el comportamiento de otro miembro, en vez de por el suyo propio. De esta forma, se obtiene más información, se promueve que la familia comparta sus puntos de vista, y promueve una explicación circular e interaccional para el problema. Un ejemplo de pregunta circular podría ser ¿Cómo reacciona tu padre cuando tu hermano se pone a gritarle?

Estratégica

Esta terapia está basada en autores como Jay Haley. Esta escuela está mucho más interesada en las técnicas que en la técnica, y busca realizar tácticas para problema. Lo más importante es saber cómo definir el problema y cómo resolverlo. No trata de modificar la estructura familiar.

Plantea una sucesión de etapas:

  1. Etapa social: Primer contacto entre familia y terapeuta. Se intercambian saludos y se intenta hacer cómoda la situación para la familia y el terapeuta.
  2. Planteamiento del problema: La familia plantea el problema que les trae a terapia.
  3. Etapa de interacción: Se alienta el diálogo familiar sobre el problema para descubrir cómo se comunican, que organización jerárquica hay, etc. En resumen se busca recolectar información sobre la estructura familiar.
  4. Etapa de fijación de metas: Es necesario definir la meta de manera específica, y observable.

Después se pasan a las intervenciones propiamente dichas. Las intervenciones pueden ser directas, como ordenar a alguien que haga algo distinto, o ordenar a alguien que de hacer algo. También hay intervenciones indirectas, como la tarea paradójica en la que se le pide a la familia que no cambie o las ordalías, en las que se busca hacer que para una persona sea más difícil tener un síntoma que abandonarlo. Esto debe hacerse de tal modo que se pueda ejecutar, no haya objeción, y no le cause daño.

Transgeneracional

La escuela transgeneracional, de influencia muy psicoanalítica, parte de la base de que existen patrones que se repiten de una generación a la siguiente. Trabajan mucho con el genograma, un mapa de la familia con forma de árbol familiar en la que se representan las relaciones entre los miembros, buscando alianzas, conflictos, etc.

Entre otros autores, se podría a mencionar a John Byng- Hall, quien habló de “los guiones familiares”  que definen situaciones problema en las que la familia se encuentra haciendo el mismo patrón de relacionarse y que se transmiten de generación en generación. La siguiente generación, puede adueñarse de ese guión familiar y repetirlo, optar por hacer todo lo contrario, o buscar una solución nueva e innovadora.

Algunas técnicas habituales en terapia familiar

En la terapia familiar sistémica, existe una serie de intervenciones que están entre las más habituales. Algunas son tomadas de otras formas de terapia, y desde luego es una forma de trabajar que admite el uso de cualquier técnica que se considere apropiada. Solo mencionaremos algunas habituales, pero existen libros que recogen técnicas y formas de intervenciones, como “24 ideas para una terapia breve” (Mark Beyebach).

Reformulación positiva

La reformulación positiva es quizás la más sencilla de todas. Consiste en formular y devolver a la familia una hipótesis circular sobre el problema, que reformule el tono de queja habitual en la familia por un mensaje positivo. Se intenta contrarrestar las hipótesis lineales que la familia plantea de entrada y que designan un miembro de la familia como “el problema”, con la carga emocional negativa que esa etiqueta asocia.

Un ejemplo que podría ser típico, es el de una madre imaginemos deprimida con un hijo pequeño que es muy rebelde y no deja de preocuparla. La madre probablemente llegará criticando la conducta de su hijo o sintiéndose culpable de no saber controlarle. Una hipótesis que podría estar dándose, es que el hijo, notando que su madre atraviesa un momento difícil (pongamos un duelo) ha reaccionado volviéndose rebelde para sacar a su madre de la apatía.

Si el terapeuta y su equipo observan que esto es una posibilidad real, se le puede devolver a la familia, convirtiendo la conducta del niño en un intento de cuidar a su madre y redefiniendo la relación.

Excepciones y preguntas milagro

Las excepciones y las preguntas milagro son técnicas de las terapias breves. En la pregunta milagro, se le pregunta a la familia como sería el día si ocurriese un milagro y su problema se soluciona de golpe. Por ejemplo, se busca que sería lo primero en que lo notarían, etc. Esto nos da pistas sobre elementos a introducir para hacer que el milagro empiece a ocurrir en la familia.

En las excepciones, preguntamos acerca de aquellas situaciones en las que las cosas se hicieron de modo distinto y las que salió bien. De este modo, les ayudamos a volcar su atención hacia lo positivo, y nos da pie a introducir variaciones para fomentarlo. Si por ejemplo la madre y el hijo no discuten porque el padre apoya a la madre en algunas ocasiones, podemos fomentar que el padre apoye más veces a la madre.

Preguntas escala

Un tipo de pregunta que en ocasiones es útil, es pedirle a la familia que valoren, del 1 al 10, en qué punto está su problema.

Desde aquí puedes indigar que haría falta para subir un punto en la escala, o si la puntuación es baja, que han hecho para conseguir que no baje más. Si por ejemplo te dice un 5, ¿Qué haría falta para llegar al 6? ¿Cómo habéis logrado que no fuera un cuatro o incluso menos?

Preguntas circulares

Aunque las hemos mencionado anteriormente, las recordamos aquí porque es la técnica fundamental. Con las preguntas circulares, le preguntamos a otro miembro de la familia por lo que hace, siente, etc. el miembro del que queremos saber algo.

Esto evita una escalada de discusiones, fomenta una visión cíclica e interrelacionada del problema que afecta a todos, y permite en muchas ocasiones que fluya información que se desconocía o puntos de vista nuevos.

Por ejemplo, si un padre y una madre discuten a menudo, al preguntarles a ellos te darán una visión lineal “es que él me provocó al decirme eso” siempre se describirán en forma de reacciones. Si preguntamos a los hijos, muchas veces serán capaces de tener una visión más amplia. Quizás escuchen como impacta sus discusiones en sus hijos, o como ven que se siente su pareja cuando ellos hacen tal cosa, sin tener que defenderse de un ataque. Idealmente, se formula una situación circular “Cuando papá hace tal, mamá se preocupa mucho. A papá eso le agobia y se distancia, lo que hace que mamá se preocupe aún más y le persiga”.

Tareas directas y paradójicas

En terapia sistémica, se utilizan muchas tareas para casa. Una vez que se formula una hipótesis sobre lo que esta sucediendo en la familia, se plantean cambios en la secuencia interaccional que se ha detectado para intentar producir cambios. De ahí que la terapia se haga cada quince días habitualmente, para que haya tiempo para que noten ciertos cambios.

Las tareas paradójicas suelen reservarse para cuando se ha intentado todo y nada ha funcionado.

Por ejemplo, si una familia viven demasiado desconectados los unos de los otros, se les puede proponer que hagan una tarea juntos, aunque sea cenar juntos. En muchas ocasiones se sugiere que intervengan otros miembros de la familia, etc. Estas tareas pueden ser tan creativas como el terapeuta quiera. Por ejemplo, si un miembro de la pareja suele ser el que toma las decisiones o el que ejerce un determinado rol, pueden intercambiarse los roles y jugar a ser el otro durante días alternos, o lanzar una moneda para ver quién ejerce determinado rol en determinado momento, por ejemplo, quién ayuda a los hijos con los deberes o limpia la casa.

Las tareas paradójicas suelen reservarse para cuando se ha intentado todo y nada ha funcionado. La idea es transmitir a la familia que no cambien y que lo mejor para ellos es no cambiar. De este modo, se aumenta las fuerzas de la homeostasis que están impidiendo a la familia cambiar, de tal forma que si no cambian están cumpliendo con el terapeuta, y si no cumplen y cambian, se consigue el objetivo. El riesgo de estas intervenciones es considerable, y no es aconsejable hacerlas si el terapeuta no está convencido de que es la mejor opción y puede ser firme en ello.

Equipo terapéutico

En muchas ocasiones se utiliza al propio equipo terapéutico que esta visionando y apoyando al terapeuta como una manera de intervenir. Por ejemplo, en ocasiones en la devolución se utiliza al equipo para expresar sentimientos ambiguos o debates internos que se considera que pueden aportar algo a la familia. El uso más claro del equipo terapéutico como herramienta, es cuando el terapeuta pide al equipo que pasen a la sala, y el terapeuta y los clientes pasan a la sala desde donde ven al equipo como debaten lo que ha sucedido en sesión y las ideas y planteamientos que se hacen sobre cómo cada uno reacciona y que puede estar ocurriendo.

Escultura

Aunque la escultura es una técnica propia del psicodrama, en ocasiones se utiliza para trabajar como siente la familia la situación familiar. Normalmente se les pide que representen a su familia. Suele ser útil empezar a pedírselo a los niños, que disfrutan jugando con su familia, captan muy bien el clima emocional de la familia, y facilita que la familia entre al ejercicio. Una vez lo representen, se puede preguntar cómo se sienten en esa situación, que les gustaría cambiar, se pueden hacer comentarios sobre la distancias entre cada uno o la sensación que da la familia, etc.

Una variante interesante, es en vez de usar a la propia familia para que se represente a sí misma, usar unos playmobilpara representar a la familia. De este modo muchas veces es menos amenazante para la familia.

Genograma

El genograma es una manera de representar a la familia y las relaciones entre sus miembros. A modo de ejemplo ponemos la familia de Indira Gandhi, primera ministra de India.

La estructura es la de un árbol familiar con cada miembro representado por un símbolo (cuadrados hombres, círculos mujeres, si hay una X ha fallecido, etc). En el ejemplo de Indira, solo se marca la relación entre ella (marcada con doble borde como paciente identificado, que sería aquel con el síntoma) y su padre. La doble línea indica una buena relación entre ambos, una alianza. También es posible, a medida que se va teniendo más información, ir representando alianzas, relaciones conflictivas, etc. Este genograma se puede hacer con la propia familia en las primeras sesiones, y habitualmente es una manera curiosa para los niños de hablar de su familia.

El valor del genograma es que sirve para dar una representación visual de toda la información de la que disponemos de la familia, permitiendo generar hipótesis de una manera mucho más sencilla. Habitualmente, se buscan también los llamados “triángulos”. Por ejemplo, si ambos padres tienen relaciones conflictivas con el mismo hijo, muy probablemente estarán aliados entre ellos.

El genograma también permite identificar patrones de relaciones que se repiten de generación en generación. Por ejemplo, quizás se repite el mismo número de hermanos, o siempre las mujeres son las que tienen buena relación con los hijos y los varones tienen relaciones distantes. También ayuda a darse cuenta de situaciones poco fáciles de ver, como por ejemplo, si el padre tiene relaciones conflictivas con todos los miembros de la familia,  es fácil que se vuelva distante, se deprima, etc.

Buenaventura del Charco Olea ejerce como Psicólogo en Marbella, Granada y Online, además de como ponente o profesor invitado en diferentes Universidades, Congresos e Instituciones.

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