Aunque trabajar con el contenido onírico del paciente (es decir, sus sueños), es algo que todo el mundo asocia con el Psicoanálisis, lo cierto es que otras corrientes también los utilizan en sus terapias. En la psicoterapia gestáltica, a pesar de no ocupar un lugar tan prioritario como en las corrientes psicodinámicas, se puede trabajar con los sueños, de hecho, el mismo Fritz Perls, emplea una de sus obras (Sueños y Existencia) para utilizar los sueños como material para incrementar el darse cuenta del paciente.
En esta entrada, sin embargo, no voy a exponer la forma “ortodoxa” del trabajo de sueños tal y como lo planteaba Perls, sino que voy a dar algunas sencillas pautas, que se nutren de las influencias de Levy Moreno (creador del psicodrama y del que dicen que Perls se basó para postular el trabajo con sueños en Gestalt) y de uno de mis mentores y máximos referentes de la psicoterapia gestáltica en España: José Antonio García Monje. Aclarar, que en mis terapias, el trabajo onírico no ocupan un lugar muy importante, ni siquiera le recomiendo al paciente que apunte sus sueños para trabajarlos, pero en ocasiones, quizá por la imagen del psicólogo que existe en la cultura popular, me los traen y los analizo. Pueden ser especialmente interesantes en pacientes que conectan muy poco o son muy evitativos, ya que suelen parecerles menos amenazantes y se trata de una “tarea” que les obliga a tratar de conectar y darse cuenta.
Aclarar, que como en todo el proceso terapéutico, la Gestalt es un modelo no interpretativo, por lo que los sueños son interesantes en la medida que ayudan al paciente para ver cómo se siente con ellos y elaborar un significado, como material para incrementar el darse cuenta y ver que bloqueos emocionales emergen, es decir, el paciente brinda el sueño al gestaltista, pero este lo utiliza como material para que el paciente conecte con sus emociones y elabore el significado, de forma que el psicólogo tiene únicamente la función de facilitar esa conexión y ver que emerge de ella, no de interpretar el significado del sueño ni lo que le pasa al paciente.
Cuando vas a trabajar sueños con el paciente, lo ideal es que le pidas al paciente que guarde junto a la cama papel y lápiz, y cada mañana trate de escribir lo que ha soñado nada más despertarse. Con frecuencia, conforme se hacen actividades como desayunar o lavarse los dientes, se olvida el contenido de los sueños. Si, como yo, no trabajas los sueños de forma activa y simplemente un día un paciente te trae un sueño, pídele antes que te lo escriba. Siempre tienen que escribirte los sueños de la forma más descriptiva posible, así que insiste a tu paciente a que ponga todos los detalles posibles (gestos de los personajes, color, sensación, iluminación…)
- Residuos Previos: Cuando el paciente te cuenta el sueño, pregúntale primero si pasó (sintió, pensó…) algo en los días entorno a la fecha que puedan estar relacionados con el sueño. Normalmente, el contenido del sueño tiene mucho que ver con algo que ocurre en la vida del paciente. Déjale un tiempo al paciente para que te explique la relación entre el sueño y su vida real.
- Sensación Física al despertarse del Sueño: Pregúntale cómo se sentía cuando se despertó, con especial interés a la sensación física, al residuo corporal que el sueño deja en su cuerpo. Es frecuente que te digan cosas como “me sentía con la garganta apretada, como si quisiera gritar y no pudiera” o “di un aspaviento, me recorrió la espalda un escalofrío”
- Que te narre el sueño por segunda vez, releyéndolo pero como si lo estuviera soñándolo ahora, tratando de conectar con él, vivenciándolo como si estuviera dormido. Básicamente la idea es que “se meta en la historia” para conectar lo máximo posible con ella.
- Ir deteniéndose en cada “escena” (si te fijas, los sueños se dividen siempre en varias escenas concretas donde se está en algún lugar o pasa algo) y preguntarla qué siente narrándola, llevarla a su aquí y su ahora cuando lo hace, ver que emerge y de qué se da cuenta.
- Señalar lo que emocionalmente tiene carga en ella y darle un espacio. Deja elaborar al paciente, simplemente señálaselo. Algo así como: “en tu sueño te sientes muy enfadada con ese señor”. Que ella lo recoja y espera a ver que completa.
- Trabajar lo que va saliendo. Después de dejarle ese espacio de auto elaboración, puedes ayudarla a desarrollar más lo que va saliendo o si no saca nada, proponerle cosas o ayudarle. Señala detalles del sueño que llamen la atención y sean simbólicos o relevantes con lo que estás trabajando en terapia. “Estás enfadada en el sueño, y parece que ahí no te cuesta enfadarte, sin embargo últimamente me cuentas en sesión que siempre censuras tus quejas y te las guardas para ti”.
Como verás, el trabajo que se hace con el contenido del sueño es como con cualquier otra cosa en terapia Gestalt, te recomiendo desde mi experiencia que no hagas un mundo de los sueños, no les un poder que desde nuestro enfoque no tienen. Simplemente utilízalos para conectar a tu paciente y para ver de qué se da cuenta. Recuerda que a estas indicaciones puedes cogerlas sólo en parte, o añadirle otras tareas terapéuticas para trabajar el contenido o “hacer grande la emoción” como Focusing, Monopsicodrama, Silla Vacía…
Bibliografía
del Charco Olea, Buenaventura (2015). “Apuntes de Terapia Gestalt”. Madrid. Aprende Viendo Terapia.
García-Monje, J.A. Gestalt y Psicodrama en el Trabajo con sueños. Madrid. Laureano Cuesta. (http://psicologoslaureanocuesta.org/articulos/gestalt%20y%20psicodrama%20en%20el%20trabajo%20con%20suenos.doc)
Moreno, J.L. (1975) Psicoterapia de Grupo y Psicodrama. Fondo de Cultura Económica. México.
Perls, Fritz (1974) Sueños y existencia. Santiago de Chile: Cuatro Vientos Editorial.